Las Fuentes fue (y es en menor medida) una zona eminentemente agrícola en las medianías del municipio de Guía de Isora. Se encuentra junto a la montaña de Tejina, por su lado superior. Y por las casas y caseríos antiguos que hemos visto reformados o en proceso, también será un lugar de turismo rural.
Esta caminada la iniciamos en ese lugar. Continuamos por el sendero que va en dirección a Vera de Erques pero, al llegar a la Era Montiel, dejamos el sendero y comenzamos a subir hacia la cumbre. Subimos casi en línea recta a la vera del barranco Los Granelitos primero, y del barranco de Los Cojos después hasta llegar a la Casa del Pino Redondo. El tiempo no acompañaba, ya que a media subida nos envolvió la bruma. Por suerte no nos llovió.
Vista la casa, el horno y el aljibe, continuamos subiendo por el Camino de Pino Redondo un poco para visitar Las Cuevas de Pi. Una antigua vivienda (ya en ruinas como la del Pino Redondo) con su horno y unas cuevas, probablemente artificiales, aprovechadas como cuartos o habitaciones. Al bajar para deshacer ese tramo paramos en la Era del Pino Redondo.
Otro poco más abajo, antes de llegar de nuevo a la primera casa, cogimos otro camino que, tras cruzar el barranco de Los Cojos, nos llevó casi en línea recta hasta un estanque de agua localizado en la parte alta de Las Fuentes. Desde ahí bajamos por una pista hasta el lugar de inicio.
La subida por la ladera de la cumbre no tiene peligro, más hallá del esfuerzo por la pendiente. No se distingue muy bien el camino, pero mientras estaba despejado el terreno y, guiándonos por el barranco a la izquierda, se subía bien. Se complicó algo más cuando la vegetación se hizo más densa, aparte de la bruma que se había metido. El trayecto se volvió más lento, buscando por donde pasar. En algunos momentos subiendo a rocas y caminando sobre ellas. Luego se vuelve a despejar un poco antes de llegar a la casa.
Hay que cruzar varios barrancos (por caminos). Los más profundos son antes de la Era Montiel, y por tanto de la subida a la casa, y el otro antes de empezar a bajar. Este último tenía piedras en el camino, probablemente de desprendimientos. Algo con lo que siempre hay que tener cuidado.
La bajada fue por otro camino, bien acotado y despejado. El cual por tramos se vuelve bastante pedregoso. Pero, comparado con el de subida, fue un alivio.
Álbum de fotos.
Ruta de la caminada.
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